Mérida

Merida , a tan solo 35 minutos de La Casa de Luis

La ciudad de Merida (Augusta Emerita), fue fundada por orden del emperador Octavio Augusto en el año 25 a. C., para acoger a los soldados de las guerras cántabras, veteranos de las legiones V Alaudae y X Gemina.

Desde el principio fue una ciudad amurallada, en la que tenían especial interés los edificios de espectáculos públicos, (Teatro, Anfiteatro y Circo), además de los Foros, templos, termas, embalses y demás edificaciones que se fueron integrando en la ciudad, con los edificios de viviendas y las plazas públicas. Especialmente relevante fue el puente romano sobre el Guadiana, uno de los más largos del imperio, que se convirtió en un importante nudo de comunicaciones acorde con el rango de la ciudad. La llegada de los visigodos continuó manteniendo su importancia y fue tras la presencia de los árabes cuando comienza el declive de la ciudad, quedando prácticamente relegada al ostracismo hasta el siglo XX. Desde 1993 Mérida ha recobrado su grandeza ya que en diciembre de ese mismo año fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, siendo éste un reconocimiento de su proyección turística, uno de sus motores económicos.

Que ver:

Teatro romano de Merida

El Teatro se construye bajo el patrocinio de Agripa, yerno de Augusto, entre los años 16 y 15 a.C., cuando la Colonia fue promovida como capital provincial de la Lusitania. Al igual que el edificio contiguo del Anfiteatro, el Teatro se edificó parcialmente en la ladera de un cerro, lo que abarató sustancialmente los costes de su fábrica. El resto se erigió en obra de hormigón forrada de sillares.

Anfiteatro Romano de Merida

Construido en el 8 a.C. como atestiguan las inscripciones halladas en sus tribunas, el Anfiteatro sirvió de escenario para espectáculos muy populares: los juegos de gladiadores, las cacerías de fieras y la lucha entre animales salvajes en escenarios artifíciales que recreaban bosques, selvas con lagunas o desiertos, todo ello sobre las grandes tarimas de madera que formaban la arena. La cabida aproximada de este coso gigantesco era de entre quince y dieciséis mil espectadores.

Circo Romano de Merida

Es uno de los circos mejor conservados del Imperio y, también, uno de los más grandiosos. Sus dimensiones lo certifican, cuatrocientos tres metros de largo por noventa y seis y medio de anchura, al igual que su aforo, que pudo ser de hasta treinta mil espectadores. Edificado en tiempo de la dinastía Julio-Claudia tuvo varias ampliaciones y restauraciones, siendo la última constatada del siglo IV d.C. Lo que demuestra que este espectáculo aún tenía una masa ferviente entre los habitantes de la ciudad y sus alrededores en un momento tan tardío.

Se construyó fuera de las murallas de la ciudad, junto a la calzada a Toledo y Córdoba, aprovechando la suave pendiente que el cerro de San Albín presenta antes de llegar a orillas del Albarregas. Forma un valle artificial drenado por atarjeas que, en la antigüedad, evitaban que éste se inundase.

Acueducto de los milagros Merida

Este inmenso acueducto forma parte de una conducción hidráulica que traía aguas procedentes del pantano de Proserpina . Popularmente es conocida como “Los Milagros” por la admiración que causaba en lugareños y forasteros su estado de conservación a pesar de los avatares del tiempo. Y no es para menos, pues se conservan más de ochocientos metros de este acueducto, alguna de cuyas pilas de granito y ladrillo se alzan veintisiete metros por encima del terreno.

Templo de Diana Merida

Se trata de un Templo de Culto Imperial ubicado al fondo de una gran plaza que fue parcialmente nivelada, ya que se evidencian en algunas zonas restos de un criptopórtico. De la plaza se conservan aún lastras de mármol de su pavimentación así como los muros que la delimitaban, también los dos estanques que flanqueaban al edificio.

El templo, de planta rectangular, se alza sobre un alto podio de granito que concluye en molduras. Sobre él asienta la columnata cuyos tambores de granito estuvieron estucados y pintados. Esta columnata rodea todo el templo. En su frente, al sur, presenta seis columnas sobre las que asentaba el tímpano. Una escalinata, de la que sólo se conserva la subestructura, servía de acceso a la cella. En una exedra que segmentaba la escalinata puede que se ubicara el altar.

Puente Romano de Merida

El puente, esta construido en su integridad de hormigón forrado de sillares de granito, está hoy compuesto por sesenta arcos de medio punto, tiene casi ochocientos metros de largo y doce metros de alto en los puntos más elevados. Los robustos pilares sobre los que se asientan estos arcos presentan tajamares redondeados aguas arriba en aquellos tramos que podían ser más castigados por la corriente. Además, las pilas de estos tramos están perforadas con arquillos a modo de aliviaderos, con el fin de reducir la resistencia a la corriente de una obra tan robusta como es la de este puente.

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