Santa Cruz de la Sierra

Queremos desde La Casa de Luis darte motivos para visitar nuestra casa y disfrutar de nuestro pueblo Santa Cruz de la Sierra, con lo que te contamos a continuación esperamos despertar vuestra curiosidad y podáis  disfrutar de esta maravilla arquitectónica y de la naturaleza.

Un oasis en los llanos de Trujillo

Recorriendo la autovía de Extremadura entre Trujillo y Miajadas se encuentra la sierra de Santa Cruz, a caballo entre el Geoparque Villuercas-Ibores-Jara y la sierra de Montánchez.

Desde esta elevación se incrustan en el paisaje pequeños pueblos entre los que destacan Santa Cruz de la Sierra, un lugar con historia donde es interesante observar un importante número de cruces de piedra, la pilastra de mármol visigoda que se conserva en el templo parroquial, la iglesia del convento de los Agustinos o el templo de la Vera Cruz.

Es conveniente adentrarse en esta sierra para admirar la belleza que guarda en su interior a nivel patrimonial, cultural y natural. Una ruta señalizada parte del convento de los Agustinos y discurre entre callejas de piedra y veredas para ascender suavemente por la ladera. Pasaremos por veneros donde refrescarnos, y nos sorprenderán los canales tallados en granito, así como los caminos y calzadas empedradas.

En su cima se encuentran los restos de un interesante santuario rupestre de la Edad del Hierro, y merece la pena proseguir hasta La Silla del Moro, en el risco Chico.

En la ruta que asciende a la cima de la sierra de San Gregorio, la vegetación que predomina son las encinas de pequeño porte, acompañadas de majuelos y piruétanos. También descubriremos quejigos de gran belleza y algunos alcornoques aislados.

En las partes más bajas de la ladera dominan escobas amarillas, retamas y Sierra de Santa Cruz pero, a medida que ascendemos, las escobas blancas pasan a ser la vegetación dominante. En las zonas más soleadas también hay acebuches y cornicabras.

El espectacular cancho de la Misa, antes de llegar a la cima, es reconocido por resguardar entre sus grietas un madroño y un enebro. En los roquedos nidifican el águila perdicera y el alimoche que, con suerte y en la época adecuada, se pueden ver desde la cima, pero será más fácil que disfrutemos con los vuelos del milano negro o el águila calzada.

En los matorrales destaca la presencia de la curruca cabecinegra. En invierno son muy abundantes petirrojos, currucas capirotadas, mirlos, zorzales comunes y picogordos.

Acercarnos a alguna de las dos fuentes que encontraremos en la ruta nos garantiza el ver pequeñas aves que acuden a beber. También es un buen lugar para que el viajero se detenga a descansar y refrescarse antes de continuar con la ruta.

Los pastizales y cultivos de secano que se extienden desde Santa Cruz de la Sierra hacia el triángulo que conforman las localidades de Ibahernando, Ruanes y Trujillo, son una de las mejores áreas para la observación de aves estepárias, estando incluida dentro de la ZEPA

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